miércoles, 21 de diciembre de 2016

Y además de exportarnos su delincuencia; nos creen pendejos

El colmo se viste de diplomacia a su conveniencia y buen un tanto pretende el gobierno de Colombia vernos la cara de pendejo. Público y notorio es y ha sido desde época colonial la asechanza de muchos de sus gobernantes lacayos de dos imperios, que hasta hemos perdido mucho territorio de forma avasallante. Ha sido de enorme calamidad los kilómetros de frontera nuestra hoy asediada por sus grupos bandoleros, del pillaje y de la “institucionalidad” paramilitarista creada por Uribe con praxis del horrorosísimo criminal. De atiborrados hechos de violación se escribe su historia, para que ahora después de no menos de un año se presuma tapar o reconvertir delitos de extracción, contrabando, robo, saqueo muy en particular de nuestra gasolina con descarada permisidad de sus autoridades y cuyos dividendos ilícitos sirvieron para modernizar las viejas estructuras de Cúcuta a nivel de metrópolis, de cómo alardeaban ante el robo y especulación de nuestro signo monetario en la figura del papel moneda de 100,00 Bs, tras un sistema de cambio permisado por Santos y siendo canal de abordaje para que países de Europa coparan almacenes de billetes de 100 a fin de quebrar nuestra economía y su legítimo gobierno e incursos todos en un plan golpista-terrorista financiado y perfeccionado desde Washington por el fatídico Barack Obama. Es absurdo y es muy ridículo que Santos con aureola diplomática nos quiera vender su buena fe, toda vez que Nicolás les volteara la torta con el duro golpe a su delincuencia; la mortificación son los 300 mil millones de billetes que se robaron que ahora no les sirven ni de papel toilette.

Pormenores en y para la discusión de si es potestad nuestra decisión de cerrar frontera tiene mucho de responsabilidad en que Santos Buena Fe derogue el delito cambiario en Cúcuta. Ni el gobierno de Colombia ni grupos hamponiles tienen suficiente moral para exigir se le excuse de sus delitos hacia Venezuela; es por demás,  y un enorme descaro hacer borrón y cuenta nueva después de tanta delincuencia incursa en la conspiración contra nuestra soberanía. Quizás la diplomacia pase por debajo de la mesa ofensas, pero nosotros el pueblo no tenemos porque y nos abrogamos el derecho de nuestra soberanía y forma de gobierno que queremos. ¡Allá Colombia con sus políticas gubernamentales, que nosotros estamos bien claros con las nuestras! Pero que no chispeen con su delincuencia paramilitar Uribista, sepan que nosotros estamos bien lejos del “Dios” oligárquico burgués y muy cerca de la voluntad de nuestro pueblo; así fue la palabra de Bolívar contra la palabra de Santander y que Hugo Chávez puso en voz del pueblo que lucha y batalla por la concreción de la Gran Patria.-

Valencia, 21 de diciembre de 2016

Omar Ignacio Pinto.-
CVP- N° 0129

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